Ayer tuvimos la ocasión de asistir a una de las sesiones de la "Escuela itinerante para padres de hoy" (si abrís el enlace tendréis toda la información de esta Escuela con los días y horarios de las siguientes sesiones), organizado por el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (Madrid). El tema nos resultó interesante: "Liderazgo en casa". No está mal. Sabemos quiénes no deben ser los líderes en casa y no está de más recordarlo de vez en cuando y que nos encarguemos, también, de recordárselo a nuestras pequeñas jirafas...
Yo conocía ya al ponente de la sesión, el Dr. Javier Quintero, porque el año pasado impartió también en estos talleres alguna de las sesiones, y la verdad es que me encantó. Me gusta mucho su manera de presentar las situaciones cotidianas que se dan en cada una de nuestras casas y sus recomendaciones para mejorar la relación con nuestros hijos, sacando lo mejor de nosotros y de ellos. Según le estás escuchando, ves a la gente que va afirmando solemnemente.... Una de la situaciones qué más risillas provocó en el aula fue la típica discusión que estás teniendo con tu hijo, en la que llega un momento que incluso ni recordamos el motivo que originó la discusión, pero ahí estás erre que erre enzarzado y en ese momento de máxima cabezonería, llega la "contraparte": descansadito, con la mente tranquila y dice "LA FRASE": "Pero bueno, ¡¡Si no es para tanto!!" ¿Quéeeee? ¿Qué no es para tanto?? Claro, lo dices tú que acabas de llegar, sin el agotamiento mental que tengo yo, sin saber toooodo lo que ha ido pasando la lo largo de la tarde... pero claro, noooo, no es para tanto......
Bueno, pues una situación como ésta estoy convencida de que pasa en todos los hogares del mundo... sí, sí... del mundo. Nos bloqueamos. Nos bloqueamos de tal manera que somos incapaces de pensar y de razonar, y actuamos meramente desde el lado emocional (aquí el Doctor decía que salía nuestro gorila interior....).
La verdad es que la charla estuvo interesantísima, ¿Con qué nos quedamos? Con la importancia del refuerzo positivo, con que los comportamientos que "no nos gustan" hay que corregirlos, pero criticando el hecho, no a la persona.... Que cuando un niño venga con las notas y nos traiga 3 suspensos.. no debemos ir directos al suspenso, sino empezar felicitando por los 7 aprobados, ¿Es un cambio interesante, verdad? Otro de los puntos que me gustó mucho fue el concepto de: DESCOMPLICARSE. Me parece fundamental. Cuántas veces tendemos a hacer las cosas más complicadas de lo que ya son. Hay que relativizar, simplificar, y no dar más importancia de la que realmente tienen las cosas.
Nos vino fenomenal la charla, porque precisamente esta semana, junto con mi amiga astronauta, quedamos en empezar a leernos el libro "El cerebro del niño" (Siegel, Daniel J.) así que va todo un poco de la mano. Nuestra idea es leerlo de manera paralela e ir comentándolo para comparar impresiones, opiniones e interpretaciones.
Este libro lo conocí gracias a nuestra amiga Laura, de Mis Trucos para Educar en su post "Conectar y Redirigir", y desde entonces lo tengo ahí, en mi lista de ToDo's, pero nunca encontraba el momento de hacerlo.
La idea es ir contándoos en el blog nuestras conclusiones relativas a este libro y el siguiente paso será establecer planes para desarrollar las estrategias que se plantean en él para aplicar en nuestro día a día e ir así "un pasito más" en nuestra conexión con los niños y su educación.
Desde aquí os animamos a sumaros a este proyecto de "lecturas compartidas", por lo que todos los que estéis interesados en participar, mandadnos un correo a elastronautaylajirafa@gmail.com y nos organizamos, ¿Os parece?
¡Os lo contaremos!
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